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¿Cuantas veces nos planteamos ser felices? Cuántas veces nos preguntamos ¿si, soy feliz? Cuántas veces preguntamos a otros ¿si son felices?

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¿Cuantas veces nos planteamos ser felices?. Cuántas veces nos preguntamos ¿si, soy feliz?. Cuántas veces preguntamos a otros ¿si son felices?.

Mi padre, un “hombre de campo” me dijo antes de morir que tenía que aprender la última asignatura de mi vida, y yo le pregunté, ¿cuál es?, él me contestó que aunque aprenda mucho coaching, Inteligencia Emocional u otras disciplinas, la última asignatura en la vida que aprenderé será a “morir”. Reflexionando esta última frase, le volví a preguntar ¿qué es eso de aprender a morir?, el me contestó, aprender a morir es aprender a vivir.

Siguiendo este sinfín de preguntas y reflexiones, le volví a preguntar horas antes de su muerte, ¿qué es para ti aprender a vivir?, él me contestó que para aprender a vivir, son necesarios dos puntos , como dos manos necesita el ser humano para realizar cosas , dos piernas para andar y dos hemisferios para pensar y reflexionar. Esos dos puntos son los siguientes:

  • El primero, me dijo, era “ser feliz”, yo no me quise quedar en esta ambigüedad y le pregunté qué significaba la felicidad para él. El me respondió que el ser feliz consta de 3 partes, la primera es la capacidad de alcanzar una seguridad interna, la segunda es la capacidad de amar y la tercera es el sentimiento de libertad cuando realiza uno lo que le gusta.
  • El segundo punto era “el hacer feliz a los demás” y ésto tiene que ver con la capacidad de dar y de contribuir a una sociedad.

Después de estas dos reflexiones, le pregunté que si él lo había logrado. Me respondió que había alcanzado una seguridad interna en su vida personal y campestre y que había amado a las personas e incluso a su campo , los pájaros… Que se había sentido libre en una profesión que siempre le gustó, que desarrolló y que disfrutó para luego construir una familia y dejar un legado de tres hijos que a su vez sean una solución social y no un problema social. Cerrando los ojos nos dimos mutuamente las gracias por todo aquello que me dejo y aprendí de él...

Del prólogo de Javier Mañero (Director Escuela de Inteligencia)?

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